La península de Jandía es una península situada en el extremo sur de la isla de Fuerteventura. Cuenta con playas de arena blanca, aguas color turquesa y cristalinas y un hermoso paseo marítimo que ofrece una excelente oferta gastronómica.
Su arena dorada cuenta con una extensión de cuatro kilómetros y cuenta con zonas de alquiler de hamacas y sombrillas para que puedas disfrutar al máximo de ese paraíso terrenal. También, cuenta con locales de comida para que puedas degustar los platos típicos de la zona.
Otra gran particularidad de esta playa es que no hay espacio para el aburrimiento. En ella encontrarás un amplio catálogo de actividades diurnas y nocturnas en las cuales puedes participar, independientemente de la hora y la temporada.
Sin duda, las mejores vistas las encontrarás en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, fundada en 1992, desde donde podrás contemplar una panorámica de toda la playa y del faro.
Aunque es una ciudad orientada al turismo, pasear por el casco antiguo trae recuerdos de ese aire tradicional y tranquilo tan típico de los pueblos junto al mar. No dudes en pasear, detenerte a tomar un café o escuchar a los músicos callejeros en las terrazas, con las olas rompiendo de fondo.
Acércate al puerto de Morro Jable, de donde parten ferries, mercaderías y pescadores locales, y donde habitan mantarrayas que se ven a menudo. En el casco antiguo de Morro Jable encontrará la mayoría de los restaurantes de la ciudad. Al estar junto al mar, el pescado fresco y de calidad está garantizado, y no olvides pedir unas buenas patatas arrugadas con mojo para acompañarlo.
Morrojable es un pueblo pesquero, muy pintoresco, y situado a pocos metros del Puerto de Morrojable, que cuenta con bancos, supermercados, y cafeterías a tan solo 50 metros de Igramar Morrojable.
La conocida playa del Matorral tiene unos 4 kilómetros de largo y se encuentra junto a un paseo marítimo repleto de tiendas, centros de ocio y restaurantes.
El faro del Matorral, visible desde cualquier punto de la playa, divide en dos la zona nudista (al norte del faro) de la textil (la más cercana al pueblo), y además es un enclave de diez para ver el atardecer.
También cuenta con un humedal protegido por su interés científico, el Saladar de Jandía, donde recalan aves y reside una vegetación resistente al agua salada de lo más interesante.
Muy cerca también se encuentra la playa de Mal Nombre, limpia y tranquila, en la que prácticamente estarás solo; y la playa de Butihondo, de arena dorada con algunos chiringuitos donde reponer fuerzas.
Fuerteventura tiene todos los factores climáticos para que puedas disfrutar de hacer deporte en un enclave natural donde respirar aire puro.
Varios historiados aseguran que Fuerteventura fue un lugar de refugio para alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Un ingeniero alemán, Gustav Winter, llega a las Islas Canarias en los años 20, impulsa una central eléctrica en Las Palmas y descubre en la aledaña Fuerteventura un paraje desierto para construirse una mansión que con el estallido de la II Guerra Mundial transforma en una base militar secreta.
Allí, gracias a un sistema de cavidades volcánicas conectadas con el mar, se reabastecen los submarinos nazis que se dedican a hundir los barcos aliados en el Atlántico y, cuando la derrota del Tercer Reich es inminente, los criminales se someten a intervenciones de cirugía plástica para no ser reconocidos antes de huir a Sudamérica. Esa es, resumida, la leyenda que envuelve la conocida como Villa Winter.
Calle Peatonal las Gaviotas, 3, Jandía, Fuerteventura, 35625 Las Palmas, España